ALMO.- Pamplona 21 de Noviembre 2013.
El principal objetivo es educar
en valores para formar a futuros ciudadanos responsables, autónomos y libres,
ofreciendo unas pautas básicas a padres y madres cuando se enfrentan en la
ardua tarea de educar a sus hijos, con criterios pedagógicos y bajo una óptica
de enseñar los valores que regirán la vida adulta de sus hijos como futuros
ciudadanos.
Les dejamos con unos tips que ha desarrollado el ICE de la Universidad de Navarra t que son la pauta en muchos centros educativos y en miles de familias
1. El Iceberg La educación de los hijos/as es como un iceberg, en
el que, según los expertos, la parte que está bajo el agua y que aguanta todo
su peso, es 10 veces más grande que la parte que podemos ver. En educación
también hay una parte que visible y otra parte «bajo el agua»: educación en
valores, emocional... Que es la que realmente aguanta todo su «peso». No
siempre a esta parte se le presta toda la atención que merece y el iceberg se
resquebraja.... Consejo: Tener muy buena comunicación con los hijos, hablarles a
solas y aportarle soluciones a sus problemas, cuando hables con él que se dé
cuenta que es importante, así llegaras a su corazón a la zona emocional. En
definitiva querer a los chicos y ellos noten de verdad que les quieres.
2. Sembrar desde la infancia Una parte muy importante del modo como
los niños pensarán y actuarán a lo largo de su vida tiene que ver con el modo
como piensan y actúan en su infancia. En la infancia es donde se cimienta la
construcción del «edificio» de la educación. Si en la infancia no se han
sembrado competencias personales como el autoconocimiento o competencias
sociales como la comunicación o la empatía, es muy difícil que puedan aparecer
después de un modo espontáneo. En la infancia se genera un depósito emocional
al que padres e hijos pueden «agarrarse» en momentos de mayor distancia….
Consejo: se trata de educar en virtudes, el orden, la responsabilidad personal,
la puntualidad, la sinceridad, el conocerse a si mismo, el hablar de lo que
tiene dentro…. Esto lo aprenden practicando, realizando estas acciones muchas
veces y lo aprenden si ven en los mayores que lo hacemos. No podemos pedir
orden y luego nosotros somos un caos.
3. Coeducación Familia/ Escuela No es posible que los niños
alcancen un pleno desarrollo de sus competencias intelectuales y emocionales si
no es desde la coeducación Familia-Escuela. En la balanza de la Coeducación, a
la escuela le corresponde asumir el mayor peso en la formación de competencias
intelectuales – técnicas, y es la familia la que debe asumir el mayor peso de
la formación en valores y competencias emocionales. Cualquier tipo de
desautorización no hace sino restar consistencia y coherencia a todo aquello
que dicen o hacen los progenitores, abriendo la puerta, de par en par, a otros
agentes educativos cuyos fines no siempre buscan lo mejor de los menores.
Consejo: no contradecir a los agentes educativos, antes de desmarcar a un
profesor o a un educador pensarlo dos veces y al revés, tiene que haber un
paralelismo total entre el plan educativo de la familia y el del colegio, de lo
contrario los niños se vuelven esquizofrénicos. Los padres tienes que estar muy
metidos en el colegio, es más la prioridad en el colegio debe ser primero
padres, segundo profesores y muy en tercer lugar los alumnos.
4. Ejemplaridad Los niños aprenden de lo que dicen los adultos
pero, fundamentalmente, de lo que ven que hacen sus padres. Como dice Einstein:
«Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la
única». Cuando se dice algo y se hace justo lo contrario, lo que los hijos/as
interiorizan es la fragilidad de los principios de sus padres o educadores. Sin
la coherencia del decir y el hacer la actuación educativa pierde toda su fuerza
y sentido. Consejo: … Antiguamente había un refrán que decía “Fray ejemplo es
el mejor predicador”. Lo que se pide es coherencia de vida los valores se
transmiten viviéndolos.
5. Equilibrio entre el Sí y el NO El NO también forma parte de la
educación. Cuando a un hijo/a se le educa siempre desde el SÍ, lo que realmente
aprende es a decir NO a sus padres. Los límites marcan los cauces que harán más
fácil a los niños el construir un modo personal y positivo de ser y estar en la
vida. Evitar el cansado conflicto del NO o sobreproteger para evitar
frustraciones son estrategias con un recorrido muy corto e ineficaz. Poner
límites no está reñido con la libertad. Consejo: …Aprende a decir que NO. El
gran problema de la sociedad actual es que somos demasiado permisivos y hay
cosas evidentes que no se pueden hacer, además somos muy antojadizos,
caprichosos y con tal de no ver “sufrir”
al niño le damos todo lo que pide. No nos damos cuenta que estamos
educando a “flojos” a niños antojadizos a “merengues”. Por un falso amor, que en definitiva es comodidad
del educador le damos todo lo que nos pide. Cuando él se suelte de nuestra mano
será terrible, no hay peor cosa que los niños consentidos, a futuro no tienen
mucho remedio.
6. Saber escuchar Como decía Zenón, «la naturaleza nos ha dado dos
oídos y una boca para enseñarnos que más vale oír que hablar». La única manera
de que niños y niñas entiendan lo que se les dice es entendiendo, primero, lo
que ellos quieren decir. La empatía es el fundamento sobre el que debemos
construir todo proceso de comunicación entre padres e hijos. Nunca debería
entenderse la comunicación desde una perspectiva «yo gano-tú pierdes», sino
desde una dinámica «yo gano-tú ganas». Consejo:… Menos hablar, decir, predicar…
y más escuchar, dejar que hablen que nos cuenten y seguir con atención cariño y
amor sus historias. El día que te venga
un niño o un joven y al empezar a contarte algo dejes de hacer eso tan importante
que estabas haciendo y la atiendas, te lo has ganado para toda la vida, y lo
poco que tu digas serán monedas de oro
para él.
7. Ser versus Tener Frente a una continua oferta de búsqueda de
felicidad en las grandes cosas.... es necesario ayudar a los hijos a que
encuentren la felicidad en las pequeñas cosas de la vida. Encontrar la
felicidad en aquello que son y no en aquello que tienen. El objetivo de la
educación debe ser conseguir el pleno desarrollo de las potencialidades de los
niños desde el respeto a su individualidad, pero también para contribuir en el
logro de una ciudadanía más justa posible. Consejo: Dar importancia a todo lo
pequeño, a los mini éxitos, a los mini logros, a las cosas que día el joven o
el niño hace bien, alegrarnos con él de estos “mini éxitos” pues se dará cuenta
que la felicidad esta en lo ordinario en lo de cada día. Quitarle importancia
al conseguir cosas grandes, victorias deportivas espectaculares, autos, dinero
… etc. la felicidad esta en lo pequeño. Saborear el momento, aplaudir si tienes la suerte de pasar un semáforo en
verde. Educar en el desprendimiento, ¿Eres capaz de regalarte algo que tienes a
otro niño?
8. Progresar sin renunciar No se vivir de espalda al progreso, pero
eso no significa que renunciar a la solidez de valores atemporales. Valores
como el esfuerzo no cambian con los tiempos. Los educadores deben saber mirar
al pasado, vivir en el presente y proyectar en el futuro. Las nuevas
tecnológicas suponen un innegable avance que debe saberse interpretar
técnicamente, pero que en ningún caso debe "exigir" un cambio en el
sistema de valores propio, en el desarrollo emocional. Ante la obviedad que la
tecnología ni siente ni padece, son las personas las que hacen de ella una
herramienta que aporta o quita... Consejo: Enseñar el concepto de herramienta y
de que es un fin y los medios, Saber priorizar las cosas, con una simple y
obvia regla “Lo primero es lo primero, lo segundo es lo segundo, lo tercero es
lo tercero…..y así sucesivamente…Si ponemos lo cuarto como primero ya vamos
mal… es mas no vamos a ningún sitio”.
9. Pedagogía de la calma Los niños necesitan tiempos para hacer,
pero también tiempos para pararse a pensar en aquello que hacen. La acumulación
de actividades con el único fin de incrementar el currículum en una sociedad
que se «autodefine» como competitiva no puede sustentarse si no se apoya en
tiempos para la reflexión y la calma. Los niños y niñas necesitan tiempos para
"aburrirse” y los padres y madres necesitan tiempos para transmitirles no
solo conocimientos y habilidades técnicas, sino todo el cariño que les tienen.
Consejo: La paciencia y el decir o hacer las cosas en el momento oportuno, son dos grandes aliados para
transmitir valores. No ser padres o educadores precipitados, asfixia, palizas, que
agobian a los jóvenes o a los niños.
10. Optimismo El pesimismo y la añoranza de que todo tiempo pasado
fue mejor son los dos grandes enemigos a los que puede enfrentarse un educador.
Y por eso siempre hay que dejar abierta una puerta a la posibilidad de cambio.
La educación y la fatalidad del destino: «me ha nacido así...» son
incompatibles. Las etiquetas no sirven sino para aumentar las posibilidades de
que se cumpla aquello que pronostican. El problema de la educación es que una
parte muy importante del resultado de todo aquello que se hace no es visible a
corto plazo. Solo desde el optimismo se puede educar hijos optimistas. Consejo:
Ver que todo lo que pasa es positivo incluso aquello que aparentemente nos
parece horriblemente negativo…. Siempre se puede sacar de las cosas malas o negativas abundancia de bien. Si las cosas pasan es por
algo buscarle siempre la vuelta optimista.